El día 24 de diciembre de 1941, las tropas rusas iniciaron una serie de combates conducentes a forzar el paso del río Wolchow, pretendiendo con fuerzas considerables y escogidas romper las lineas defendidas por los voluntarios de la División Azul, teniendo que desistir de tal empeño a los cuatro días de iniciada la ofensiva, después de un esfuerzo máximo.
La orden del General Muñoz Grandes que habían recibido los españoles que defendían la posición de la intermedia era clara y tajante: No es posible retroceder, tenéis que estar ahí como clavados. Y así, fue. Cuando nuestros camaradas en enérgico contraataque recuperaron la posición que tan valientemente habían defendido unos héroes, se encontraron que todos, absolutamente todos estaban allí muertos, ni uno solo retrocedió y para rubricar tan gloriosa hazaña, la barbarie comunista, el corto lapso de tiempo que domino la posición, lo empleo en clavar con picos los cadáveres en el suelo; la orden había sido fiel y totalmente cumplida. Allí estaban nuestros soldados clavados.
F. Grau Perez
Fuente: Boletín Blaudivision nº2. 1957.